Mathildedal es una de las tres fundiciones que se crearon a lo largo el fiordo que une, la ciudad de Salo y el golfo de Finlandia. Junto a Tejo y Kirjakkala, estas fundiciones se crearon en el siglo XVII y XVIII por la Corona sueca para aprovechar, la madera para el carbon y la energía de los rápidos y los saltos de agua, para la construcción de barcos. Después, en el siglo XIX se crearon fundiciones modernas que aprovechaban los aserraderos, la energía hidroeléctrica y el carbon vegetal. Hoy es una bello pueblecito lleno de artistas y emprendedores y una de las etapas de la Ruta cicloturista costera del sur de Finlandia, la Coastal Route.
La fábrica de Mathildedal fue la más importante y es ahora la mejor preservada de las tres. Tras algunos años de abandono, la zona de Mathildedal ha recobrado su antiguo esplendor gracias a nuevos proyectos que han reutilizado los antiguos edificios del siglo XIX. Entre los nuevos proyectos que descubrimos nos encantó el hotel boutique (Hotel Café Mathildedal); el pub bar Terho; la microcervecera artesana Kylâ; la panadería Bakery Mathildedal Manor; una pequeña fabrica de chocolate (PetriS Chocolate); y Ruukin Kehräämö ja Puoti, un taller un taller de confección de ropa con lana de alpaca. A todos ellos se une la marina en el puerto que acoge a botes y pequeños barcos durante todo el verano.
Un pequeño pueblecito ha nacido al cobijo de todos estos emprendedores que atraen a otros y a muchas familias que se han venido a Mathildedal a vivir buscando un entorno aún mucho más agradable que el de la ciudad. Y eso que en Finlandia el ambiente urbano nunca es malo. Conciertos, exposiciones de arte y de productos locales o artesanos se celebran durante todo el año, aunque sobre todo en verano. Las posibilidades de alojamiento se han ampliado, en los hoteles con encanto, pero también en muchas cabañas que sea alquilan durante la temporada alta en verano, o en invierno..
Qué ver y qué hacer en Mathildedal
Hay que visitar el pub Terho donde degustar los productos de la cervecera local Kylâ, pero también la panadería Mathildedal. La Mathildedal Bakery se acaba de instalar con su tienda y restaurante en el precioso palacete donde residían los dueños de la fabrica. La oferta de la panadería incluye decenas de tipos de panes, dulces, cervezas locales, etc… Otro referente de Mathildedal es la fabrica de chocolate, Petris Chocolate; hay que probarse alguna de las ropas del taller de diseño Ruukin Kehräämö ja Puoti y de paso saludar a las alpacas que pacen tranquilamente en el campo cercano.
La visita de los edificios de la antigua fundición es muy interesante, ya que estos primeros centros industriales en Escandinavia eran una especie de pequeños pueblos, con las instalaciones industriales, por su puesto, pero también colegios, cantinas, tiendas y alojamientos para los obreros y los ingenieros. Hoy el humo y el ruido han dejado paso a campos de cultivos, fincas donde pacen alpacas que se han adaptado de maravilla a Finlandia y terrazas donde descansan los turistas.
Un Parque Nacional para a un paso de nuestro alojamiento
La naturaleza siempre está cerca en Finlandia, por eso les recomendamos un buen paseo por el Parque Nacional de Teijo, que linda con los últimos edificios de Mathildedal. Finlandia cuenta con más de 40 Parques nacionales que siempre sondan excusa para descubrir la naturaleza del país y están llenos de posibilidades deportivas y de ocio.
En el parque hay otras posibilidades de alojamiento, como las tiendas de campaña colgadas entre los árboles, que a modo de gigantescas hamacas se tensan entre varios piceas. Un alojamiento único. Hay saunas y se puede alquilar también canoas o bicicletas o tours guiados con biólogos que nos llevan por el parque y nos permiten descubrir su fauna y su geología (en inglés). El Parque Nacional de Teijo es pequeño y se puede recorrer tranquilamente en unas dos horas o pasar todo el día, comiendo, bañándonos y descansando en él.
En verano todas las actividades acuáticas imaginables se pueden realizar: pesca (hay que comprar la licencia), canoe, padre surf, alquiler de botes.
En invierno si la nieve se acerca a la zona, se pueden alquilar esquís nórdicos, raquetas, pescar en el hielo o incluso practicar el esquí alpino en la estación de esquí próxima, que también se llama Teijo. Una estación esquí con 60 hectáreas de espacios para divertirse en una estación ecológica y fácil, perfecta para familias y principiantes. En la zona infantil de Taigametsä los niños pueden aprender a esquiar fácilmente, en una estación que ha reducido al mínimo su consumo energético y que se apoya en medios ecológicos.
Otra opción para la diversión de jóvenes, adultos y niños, es el parque de aventuras Teijo Action Park. Actividades como el paintball, láser, el frisbie golf, el descenso con Bicis de Montaña BTT o el MCC Gravity Racing son accesibles tanto en verano como en invierno. Perfecto para una fiesta de cumpleaños o una despedida de soltero. También se pueden alquilar bicicletas.
En el pueblo cercano de Teijo, en otra de las antiguas fundiciones (creada en 1686) se encuentra el centro de arte y artesanía de Teijon Masuuni. Además de la exposición y la tienda donde comprar productos artesanos locales hay una cafetería para degustar el café y los postres locales. La Iglesia de Teijo y el palacete de los dueños de la fundición (Teijo Ironworks Manor) se pueden visitar igualmente.
Como llegar a Mathildedal
A sólo 10 km al sur de Salo, se puede ir en coche, en autobús o en bici, haciendo una pequeña etapa de la Coastal Route. Se pueden alquilar las bicis en el centro de Salo o en Mathildedal. Y por supuesto si desea continual, Dalsbrik, Rosala y el Faro de Bengtskär se encuentra más al sur.
Para llegar a Salo puede utilizar el tren desde Turku o Helsinki, desde la zona de Forssa o de Lohja.
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