Imatra y sus rápidos

Imatra es una ciudad finlandesa de Carelia del Sur, una ciudad fronteriza situada a pocos kilómetros de Rusia. Pero no siempre ha sido así, de hecho este carácter de frontera y limite proviene sólo desde la II Guerra Mundial. Hasta la invasión soviética de una gran parte de Carelia la frontera estaba a 200 km. Hoy Rusia se encuentra sólo a 6km. La presencia del poderoso vecino y la huella de la II Guerra Mundial son aún muy fuertes y forman parte de la personalidad de la ciudad y la región.

Imatra es una industrial que ha sufrido la crisis y la reconversión industrial en los años 90. La crisis en Finlandia fue provocada, paradójicamente, por la caída de la URSS, con lo que esos lazos y una cierta nostalgia se imbrican en toda la región fronteriza de Finlandia del este. Ese pasado fabril y obrero aún subsiste, con algunas grandes empresas, como la central hidroeléctrica; la gran fábrica de pasta de papel Stora Enso y la factoría de Ovako que produce algunos de los mejores aceros especiales del mundo, y que hoy pertenece a Nippon Steel.

Finlandia idealizada del XIX, los rápidos de Imatra

Los rápidos de Imatra son uno de los monumentos naturales más conocidos en Finlandia. Se trata de una falla en un contrafuerte rocoso que cambió el curso de la cuenca hidrográfica un sistema de lagos del Saimaa. De esa fractura nace el río Vuoksi que tras unos pocos kilómetros entra en Rusia y desemboca en el Lago Ladoga.

Los rápidos de Imatra han sido probablemente desde tiempos prehistóricos, un lugar de peregrinaje, por su singularidad, por la potencia de la naturaleza, el ruido y la impresión que debió provocar ya desde épocas antiguas.

En el siglo XIX a ese encanto propio de la naturaleza tan querida en Finlandia, se unió el poder y la importancia de la industria. Los rápidos fueron esenciales para la industria ya que se pudieron usar como central hidroeléctrica de importancia geopolítica. Y por supuesto como lugar turístico.

Hotel Valtion, precioso ejemplo del estilo modernismo nórdico, jugen art.©Iñigo Pedrueza.

Durante el período ruso, los zares ya solían frecuentar Imatra. El Valtion Hotelli, es un gran palacio de estilo art nouveau germano nórdico el jugend still, construido en 1903 sobre la ruinas de otros hoteles que ya habían aprovechado el impresionante lugar al pie de los rápidos. Todos los grandes románticos de esa Finlandia rusa de finales del XIX habían visitado Imatra y cantado, pintado o escrito sobre la Finlandia idealizada que acabaría constituyéndose en 1917.

Albert Edelfelt, Akseli Gallen-Kallela, Louis Sparre et Juhani Aho son algunos de los artistas que visitaron la ciudad. El hotel de 1903 fue construido tras la destrucción del anterior por un incendio. El arquitecto fue Usko Nyström que le dio el nombre de Hotel Nacional. El Valtionhotelli sigue siendo una referencia en Imatra y cuenta con su propio fantasma resultado una historia de amor trágico que acabó en los rápidos, por su puesto.

Monumentos: la Guerra siempre presente

Justo al gran hotel Valtion se encuentra una mansión que alberga un pequeño museo familiar sobre las Guerras rusofinesas. El Museo de los Veteranos, recuerda la historia militar y sobre todo la de la II Guerra mundial.

Parque de los veteranos y línea de fortificaciones

En Imatra tuvo lugar el encuentro entre Hitler y Mannerheim, máximo dirigente militar del país durante II Guerra Mundial. Un encuentro impuesto y no deseado por el Mariscal finlandés, conservador, pero en nada cercano al dictador germano. La figura de Mannerheim es tremendamente compleja ya que tuvo que lidiar con Hitler y Stalin en una época muy complicada, que pudo haber terminado en una invasión alemana o rusa.

La historia del encuentro es muy interesante ya que las declaraciones privadas de Mannerheim con respecto a Hitler, fueron lapidarias y llenas de desprecio. Sin embargo, más importante es que en Imatra se grabaron las únicas cintas que existen donde Hitler habla de cuestiones privadas. Conversaciones dónde, como es normal, sobresale el fanatismo y la estulticia de un individuo que, sólo destacó como dictador y asesino, nunca como persona, ni como pensador.

Cementerio de Ruokolahti y tumba de Simo Häyhä, “la muerte blanca”
Cementerio de Ruokolahti , donde reposan decenas de soldados finlandeses de la II Guerra mundial ©Iñigo Pedrueza.

Las Guerras entre la Unión Soviética y Finlandia siguen presentes en el bello cementerio de la ciudad vecina de Ruokolahti. Allí encontramos una tumba similar a las contiguas, pero que encierra mucha historia. Se trata de la lapida de Simo «Simuna» Häyhä, que tiene el triste récord de ser el francotirador más mortífero de toda la historia. Simo fue verdadero as durante las dos Guerras contra los soviéticos. Un tirador que no usaba mira telescópica para no producir reflejos cuando la luz golpeaba el cristal y un ejemplo de la coriácea paciencia finesa, ya que mataba el tiempo, mascando hielo para no generar vaho. Causó más de 600 bajas al ejército soviético y su apodo de la “muerte blanca” muestra la crudeza de la Guerra de Invierno y de la Continuación en Finlandia.

Otro ejemplo de ese pasado militar fue la batalla aérea más importante que tuvo lugar en sobre los cielos de Finlandia. Tuvo lugar sobre el aeropuerto militar alemán de Imatra que fue bombardeado muchas veces, tantas que a veces se usaban lagos y ríos como terrenos de aterrizaje. El hecho que de que fueran los soviéticos los que bombardeaban y los alemanes los que defendían a la población finlandesa de Imatra hace que el concepto aliado y enemigo durante la II Guerra mundial sea diferente en Finlandia. Los aliados eran los pilotos alemanes que les protegían de los bombardeos soviéticos, otra paradoja más en una guerra terrible. Hoy en día el antiguo aeropuerto militar es sólo un pequeño aeródromo usado por avionetas.

Alvar Aalto también dejó su huella en Imatra

Iglesia de las tres cruces de Aalto en Imatra.

Uno de los edificios más conocidos de Alvar Aalto fue construido en Imatra, la Iglesia de las Tres Cruces o Vuoksenniska en finés. Así que los amantes de la Alvar Aalto deberán acercarse a Carelia para descubrir este bello edificio. Al final de la II Guerra Mundial Alvar Aalto participó en la planificación de varios ciudades finlandesas destruidas como Rovaniemi y otras con Seinajöki y también en Imatra.

Imatra surgió de la unión de tres pequeñas poblaciones Imatrankoski, Vuoksenniska y Tainionkoski. Aalto construyó la iglesia en 1958 en una cresta glaciar que separa el lago Saimaa del Immala. Como siempre Aalto y su equipo desarrollaron todos el mobiliario, todos los detalles tanto exteriores como interiores. Lamparas, candelabros y candeleros, pomos, puertas, etc… Al igual que la mayoría de los edificios públicos de Aalto, el interior es convertible y flexible, adaptándose a diferentes actos y número de personas utilizando paneles móviles.

La iglesia de las Tres Cruces se situa en un bosque de pinos y cuenta también con espacios para practicar deportes. El campanario de 34 metros destaca sobre el volumen de la iglesia.

¿Una visita a Rusia?

La situación actual de tensión y conflicto derivada de la invasión rusa de Ucrania ha provocado que la frontera con Rusia esté cerrada.

Le apetece un crucero fluvial por Rusia, ¿una visita a San Petersburgo? Si tiene visado puede visitar la primera ciudad rusa, Svetogorsk situada justo del otro lado de la frontera, algo muy no habitual en las fronteras rusas, ex-soviéticas. Tan cerca, pero únicamente visitable si tiene el visado ruso, cosa que sólo muchos habitantes de Imatra poseen. Gracias a ello pueden echar gasolina o comprar ciertos productos en Rusia, donde son mucho más baratos.

Pero, para los viajeros y visitantes, sin embargo, Imatra que es una ciudad de paradojas, ofrece otra opción que les puede llevar hasta San Petersburgo. Solamente desde Imatra o la vecina ciudad de Lappeenranta, se puede coger un crucero fluvial que recorre el río Vuoksi cruza, la frontera y llega al Lago Ladoga. Y desde allí continuar hasta San Petersburgo, pasando un día para ir, otro en la antigua capital rusa y otro para volver. Lo mejore es que se puede hacer todo sin VISA. No necesitaremos pedir el visado, ni pagarlo, sólo comprar el viaje en crucero fluvial y disfrutar del viaje y de San Petersburgo.

Abajo les dejamos un enlace y un formulario por si están interesados.

Circuito urbano de motociclismo de Imatra.

Junto al circuito urbano de carreras coches y motos hay un embalse que se preparó para estallar durante la II Guerra Mundial e inundar 15 km cuadrados de terreno, si los tanques rusos llegaban a aventurarse cerca dela ciudad.

Turismo de pesca

En Imatra también se construyó la mayor central hidroeléctrica de Finlandia en 1922 . El río Vuoksi era famoso por su pesca, por lo que comenzó a ser frecuentado por las buenas familias. Mucha gente acomodada, como la familia Propietaria de Finlayson, construyeron residencias en Imatra porque además de paisajes tenían excelentes lugares para pescar. Se llegaban a pescar ¡¡100 kg por día!!

Como llegar

Rápidos sin agua de Imatra. Ahora el agua se utiliza únicamente para producir electricidad, ©Iñigo Pedrueza,

El cercano aeropuerto de Lappeenranta es una opción de bajo costo para llegar a Carelia, eso sí, haciendo escala en Berlín, por ejemplo. En caso contrario tendrán que coger un vuelo a Helsinki y desde allí venir en tren.
Si llega en tren desde Helsinki se tardan 2h30m; desde Jyväskylä, de Mikkeli.

En coche se tarda más o menos el mismo tiempo desde Helsinki 2 horas 50m (264km), algo más desde Jyväskylä (260km) 5 horas o Mikkeli 1h 45m (140km).

Donde alojarse en Imatra

En Imatra además del Valtion Hotellli hay otras posibilidades de alojamiento, tanto en la ciudad como en los alrededores. Resorts y centros de vacaciones con todas las comodidades por ejemplo.

Y si prefieren alojamiento de tipo cottage o cabaña, por supuesto las opciones son casi infinitas. Hay cabañas rústicas y chalets de lujo, con todo lo que se puede esperar del diseño finlandés. Cabañas junto a lagos que se hielan en invierno o donde los pájaros y los finlandeses disfrutan de los días que no terminan en verano. Para más información sólo tienen que escribirnos.